A partir del espacio desnudo, despojado de expresividad. La elocuencia del vacío puro y duro, se activa al dotarlo de tensión, el blanco-gris del suelo y el simbolismo de la “farola”, nos conectan con lo real, en su cúspide, un punto amarillo. El matiz de luminosidad, saturación y brillantez. Placer, fuerza, calor en equilibrio de sinestesia. Un abrazo.
Un ejercicio de minimalismo en el que ese punto luminoso de color capta toda la atención antes de que la vista pueda dirigirse al resto.
ResponderEliminarUn abrazo,
Me ha robado las palabras Miguel.
ResponderEliminarUn abrazo, Agustín.
A partir del espacio desnudo, despojado de expresividad.
ResponderEliminarLa elocuencia del vacío puro y duro, se activa al dotarlo
de tensión, el blanco-gris del suelo y el simbolismo de la
“farola”, nos conectan con lo real, en su cúspide, un punto
amarillo. El matiz de luminosidad, saturación y brillantez.
Placer, fuerza, calor en equilibrio de sinestesia.
Un abrazo.
Minimalista y muy atractiva. Buen trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo Agustín
ResponderEliminar·.
Soberbia. Sencillez y belleza contenida.
Un abrazo
.·
LMA · & · CR
Como un faro que nos guía en nuestro camino, así parece esa farola. El procesado está genial.
ResponderEliminarMuy bonita, Agustín, me alegro que vuelvas a publicar después de este pequeño descanso.
Abrazo.
A ver si subimos alguna foto, o qué, que nos tienes un poco abandonados :-)
ResponderEliminarUn abrazo, Agustín.
Bueno pues esta es otra de las que se me han pasado. Eres bueno Enrique, bueno de verdad haciendo fotos. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por pasarte.
EliminarUn abrazo.
Agustín.